martes, 9 de octubre de 2012

el libro del buen amor (análisis)



Juan Ruiz Arcipreste de Hita



El Libro Del Buen Amor es una obra del Mester de Clerecía escrita entre los años 1330 y 1343 en España, los investigadores han definido que su autor es Juan Ruiz, Arcipreste de Hita. Su mensaje principal pareciera ser que  el buen amor es la causa de todos los vicios y virtudes. Compuesto por 1728 estrofas, podría decirse que es una obra lirica, aunque también contiene sátiras, parodias y fábulas. Realmente es un clásico de la literatura universal. Expone temas religiosos y la descripción de la sociedad medieval. Además en la obra aparece un personaje muy peculiar llamado “la trotaconventos” que puede ser un claro antecedente de la Celestina, que tiene como encargo conseguirle mujer al autor que en el libro se autonombra Don Melón de la Huerta.
            Al principio el escritor pide con canticos y oraciones a la Virgen María y a Dios para que pueda escribir este libro, después en una parte habla de los conflictos que sostuvieron griegos y romanos, éstos últimos querían los conocimientos de los primeros, pero se negaban porque eran un pueblo bárbaro, así que decidieron llevar a cabo una competencia para ver si eran aptos de poseer estas sapiencias, los romanos, al ser un concurso intelectual, no sabían a quien mandar a competir contra los griegos , entonces en un acto de fe mandaron al loco del pueblo, mientras que los griegos dispusieron a un erudito , que resultó vencido al mal interpretar las señales dadas por el loco, ya que era la única manera de comunicarse al no coincidir en su lengua, entregando así sus conocimientos a  los romanos.
            Menciona en otro pasaje que fue traicionado por su amigo Fernando García, que toma a la dueña (mujer) como suya cuando enviaba los mensajes de amor que le daba el arcipreste. Entonces empieza un problema contra el amor al ser este el culpable  de su dolor, lo relaciona con los pecados capitales, dando ejemplos con recreativas fábulas. Y para defenderse llega Don Amor, diciéndole que la mujer que debe buscar debe ser  graciosa, de cabeza pequeña, rubia con largas pestañas, etc. Pero que debe enviar una alcahueta para que no se arrepienta y pueda convencer a las dueñas. Le habla también de las virtudes que debe poseer, que le sucediese lo que al monje que por el vino, mancilló a una mujer, encarcelándolo y perdiendo su vida pacífica que antes llevaba, que no fuera vanidoso ni celoso, que no alabara mujeres que no fuera la suya. Tampoco que fuera chismoso, porque es el secreto propio del buen amante como lo dijo Catón en su libro. Al retirarse Don Amor llega su mujer Doña Venus que también instruye al  arcipreste, éste le menciono Doña Endrina, que era la culpable de su herida de amor, una vecina  suya, entonces ella le reiteró que insistiera, ya que las mujeres muchas veces desean lo que están negando. Manda entonces a la trotaconventos a convencerla. Entra a su casa con la escusa de que le comprara algún mantel que ella vendía, le anuncia el amor que le tiene Don Melón y le pide oiga sus consejos para que no le suceda lo que a la avutarda que fue cazada y  ofrecida en la plaza por no oír el consejo de la golondrina, pero ella piensa que no estaría bien casarse al año de viuda, pues sería difamada. Ella regresa al día siguiente pero en su casa se encuentra Doña Rama, madre de la asediada, la vieja la parlotea, gana su confianza y la deja sola con la dueña y sale entonces tranquila a la calle.  Al final convence a la dueña de ceder ante el amor de Don Melón llenándola de palabrerías, pero Doña Endrina siente que siempre esta resguardada por su madre, y la vieja quisiera que Doña Rama estuviera muerta, le pide que no se preocupe que vendrá mañana para sacarla y llevarla su morada. Salen entonces y se introducen a su hogar, mientras afuera ansioso estaba Don Melón que pedía entrar. Se siente engañada por la vieja cuando Don Melón entra y habla con ella, entonces ve que lo que le dijo de él era mentira. El arcipreste dice que esta decepcionado del trabajo de la trotaconventos y que no pidió otro mensajero tan ineficiente como lo fue Fernando García que le pilló a la dueña. Después menciona que lo vino a ver una vieja en verano, que en la sierra existían dueñas con mucho seso, entonces fue a ese lugar y encontró a la Chata a la que le pidió ayuda para sobrevivir del frio, mas tarde saliendo de ahí encontró a una vaquera a la que solicitó asilo o camino, lo golpeo al malentenderlo y pasar por sus tierras  aradas, lo levantó y llevó a su casa, le dio de comer y le mostro el camino y se fue por el más corto para llegar a la aldea de los Herreros. Cuando llego a la sierra se empezó a congelar, y le reclamó ayuda a Dios para sobrevivir, y al caminar vio una rara figura, le pidió posada para arrostrar el frio del lugar, la  mujer le requirió paga. Pero era una imagen tan espantosa que ni siquiera en el Apocalipsis pudo encontrar algo similar para comparar. No tenía proporción: ojos rojos, orejas grandes, pescuezo negro, nariz larga. La mano del monstruo era más grande que del arcipreste.
            En la siguiente parte demuestra que tiene a la virgen Santa María del Vado, recuerda la pasión de nuestro Señor Jesucristo con uh hermoso cántico. Y así comienza una de las historias más interesantes y atractivas del Libro del Buen Amor. La lucha entre Don Carnal y Doña Cuaresma. Ésta última que sirve a Dios para perdonar a lo pecadores y “arcipreste sin amor”, pero tiene un fuerte enemigo que nos corrompe: Don Carnal. Así que Doña Cuaresma decide enfrentarlo para salvarnos y le dice que estarán en cuartel hasta el Sábado Santo y Don Carnal aceptó respondiéndole que lucharan hasta la muerte. Don Carnal reunió sus tropas: gallinas, conejos y toda las bestias comestibles, venían con costillas de puerco, piernas de puerco, quesos muy curados, además de sartenes, ollas y cocinas. El ciervo llego para ofrecer su ayuda al general Don Carnal, también el tocino con muchas cecinas. Estaban preparados para lucha marina. Doña cuaresma solicitó ayuda a Dios para derrotar al pecador. Envío entonces a los buenos y sanos peces del mar, que es la comida recomendable para esa época. Atacaron a Don Carnal las sardinas y otras especies marinas, que casi llevan a la muerte al bellaco, Doña Cuaresma mandó a encerrarlo con la cecina y el tocino. Lo mandaron a confesar, dándole dieta para todos los días de la semana como penitencia para poder absolverlo, quedando Don Carnal flaco y lloroso. En el miércoles de ceniza logra huir de la iglesia y se introduce en el barrio judío para regresar al pecado. Ya recuperado, manda cartas a doña cuaresma para insultarla y así termina la historia de estos dos enemigos.
            En seguida narra los acontecimientos que sucedieron cuando Don Amor es recibido por los clérigos con mucha música, y cada uno exponía sus razones para que él fuera sus hogares a recibir posada, pero al final decidió  que pondría un pequeño  campamento para poder atender a todo mundo y empiezan a describirse los meses con algunas metáforas para relacionarlo con el vino.
             Regresando a la historia de amor que le sucede al arcipreste, su vieja, la trotaconventos, le aconseja que se relacione con una monja, y pensó entonces en Doña Garoza una viuda de buena vida, le dijo que aprovechando su situación seria fácil conquistarla. Ella entonces podría darle buena respuesta para solucionar su problema de amor. Al día siguiente fue a ver a la monja, la encontró oyendo misa y entrada en sus rezos, ambas empezaron a platicar contándose mutuamente historias para sostener lo que pensaban. Al final Doña Garoza le desea suerte y le pide que le describa al arcipreste, pero con la verdad. La alcahueta le describió que como era su enamorado, y entonces le reclamó tiempo para pensar lo que haría. Muy alegre por los resultados obtenidos la vieja fue con el arcipreste, le rogó que le llevara una carta. Regreso al día siguiente para convencerla de que se casara con su pretendiente. Mas tarde algo trágico sucede, la trataconventos muere y el arcipreste llora por la muerte de su vieja, diciéndole que siendo la muerte debería morir, que solo tiene al cuervo de amigo, porque come de ella, dice que la muerte no distingue riquezas y no se apiada de nadie, la maldice diciéndole que acaba con el cuerpo humano, hasta menciona que si mato al mismo que la creo entonces no tiene miedo de nadie.
            Al final el arcipreste encuentra consuelo en las mujeres pequeñas, que al ser pequeñas contienen poco mal en su cuerpo. Termina dando a entender que su libro debe ser prestado, no vendido, para enseñar el gran leccionario que es El Libro Del Buen Amor. Y agradece a dios y la virgen por los frutos de su obra.
            COMENTARIO: de los mejores libros que he leído, contiene una serie de reflexiones y frases que exaltan el contenido ideológico del libro. Es divertido y entretenido a pesar de que es muy antiguo, su lenguaje es elegante y parece una canción.
la trotaconventos


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