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Juan Ruiz Arcipreste de Hita |
El Libro Del Buen Amor es una obra del Mester de Clerecía escrita entre los años 1330 y 1343 en España, los investigadores han definido que su autor es Juan Ruiz, Arcipreste de Hita. Su mensaje principal pareciera ser que el buen amor es la causa de todos los vicios y virtudes. Compuesto por 1728 estrofas, podría decirse que es una obra lirica, aunque también contiene sátiras, parodias y fábulas. Realmente es un clásico de la literatura universal. Expone temas religiosos y la descripción de la sociedad medieval. Además en la obra aparece un personaje muy peculiar llamado “la trotaconventos” que puede ser un claro antecedente de la Celestina, que tiene como encargo conseguirle mujer al autor que en el libro se autonombra Don Melón de la Huerta.
Al principio el escritor pide con canticos y oraciones a
la Virgen María y a Dios para que pueda escribir este libro, después en una
parte habla de los conflictos que sostuvieron griegos y romanos, éstos últimos
querían los conocimientos de los primeros, pero se negaban porque eran un
pueblo bárbaro, así que decidieron llevar a cabo una competencia para ver si
eran aptos de poseer estas sapiencias, los romanos, al ser un concurso
intelectual, no sabían a quien mandar a competir contra los griegos , entonces
en un acto de fe mandaron al loco del pueblo, mientras que los griegos dispusieron
a un erudito , que resultó vencido al mal interpretar las señales dadas por el
loco, ya que era la única manera de comunicarse al no coincidir en su lengua,
entregando así sus conocimientos a los
romanos.
Menciona en otro pasaje que fue traicionado por su amigo
Fernando García, que toma a la dueña (mujer) como suya cuando enviaba los
mensajes de amor que le daba el arcipreste. Entonces empieza un problema contra
el amor al ser este el culpable de su
dolor, lo relaciona con los pecados capitales, dando ejemplos con recreativas
fábulas. Y para defenderse llega Don Amor, diciéndole que la mujer que debe
buscar debe ser graciosa, de cabeza
pequeña, rubia con largas pestañas, etc. Pero que debe enviar una alcahueta
para que no se arrepienta y pueda convencer a las dueñas. Le habla también de
las virtudes que debe poseer, que le sucediese lo que al monje que por el vino,
mancilló a una mujer, encarcelándolo y perdiendo su vida pacífica que antes
llevaba, que no fuera vanidoso ni celoso, que no alabara mujeres que no fuera
la suya. Tampoco que fuera chismoso, porque es el secreto propio del buen
amante como lo dijo Catón en su libro. Al retirarse Don Amor llega su mujer
Doña Venus que también instruye al
arcipreste, éste le menciono Doña Endrina, que era la culpable de su
herida de amor, una vecina suya,
entonces ella le reiteró que insistiera, ya que las mujeres muchas veces desean
lo que están negando. Manda entonces a la trotaconventos a convencerla. Entra a
su casa con la escusa de que le comprara algún mantel que ella vendía, le
anuncia el amor que le tiene Don Melón y le pide oiga sus consejos para que no
le suceda lo que a la avutarda que fue cazada y
ofrecida en la plaza por no oír el consejo de la golondrina, pero ella
piensa que no estaría bien casarse al año de viuda, pues sería difamada. Ella
regresa al día siguiente pero en su casa se encuentra Doña Rama, madre de la
asediada, la vieja la parlotea, gana su confianza y la deja sola con la dueña y
sale entonces tranquila a la calle. Al
final convence a la dueña de ceder ante el amor de Don Melón llenándola de
palabrerías, pero Doña Endrina siente que siempre esta resguardada por su
madre, y la vieja quisiera que Doña Rama estuviera muerta, le pide que no se
preocupe que vendrá mañana para sacarla y llevarla su morada. Salen entonces y
se introducen a su hogar, mientras afuera ansioso estaba Don Melón que pedía
entrar. Se siente engañada por la vieja cuando Don Melón entra y habla con
ella, entonces ve que lo que le dijo de él era mentira. El arcipreste dice que
esta decepcionado del trabajo de la trotaconventos y que no pidió otro
mensajero tan ineficiente como lo fue Fernando García que le pilló a la dueña.
Después menciona que lo vino a ver una vieja en verano, que en la sierra
existían dueñas con mucho seso, entonces fue a ese lugar y encontró a la Chata
a la que le pidió ayuda para sobrevivir del frio, mas tarde saliendo de ahí
encontró a una vaquera a la que solicitó asilo o camino, lo golpeo al
malentenderlo y pasar por sus tierras
aradas, lo levantó y llevó a su casa, le dio de comer y le mostro el
camino y se fue por el más corto para llegar a la aldea de los Herreros. Cuando
llego a la sierra se empezó a congelar, y le reclamó ayuda a Dios para
sobrevivir, y al caminar vio una rara figura, le pidió posada para arrostrar el
frio del lugar, la mujer le requirió
paga. Pero era una imagen tan espantosa que ni siquiera en el Apocalipsis pudo
encontrar algo similar para comparar. No tenía proporción: ojos rojos, orejas
grandes, pescuezo negro, nariz larga. La mano del monstruo era más grande que
del arcipreste.
En la siguiente parte demuestra que tiene a la virgen
Santa María del Vado, recuerda la pasión de nuestro Señor Jesucristo con uh
hermoso cántico. Y así comienza una de las historias más interesantes y
atractivas del Libro del Buen Amor. La lucha entre Don Carnal y Doña Cuaresma.
Ésta última que sirve a Dios para perdonar a lo pecadores y “arcipreste sin
amor”, pero tiene un fuerte enemigo que nos corrompe: Don Carnal. Así que Doña
Cuaresma decide enfrentarlo para salvarnos y le dice que estarán en cuartel
hasta el Sábado Santo y Don Carnal aceptó respondiéndole que lucharan hasta la
muerte. Don Carnal reunió sus tropas: gallinas, conejos y toda las bestias
comestibles, venían con costillas de puerco, piernas de puerco, quesos muy curados,
además de sartenes, ollas y cocinas. El ciervo llego para ofrecer su ayuda al
general Don Carnal, también el tocino con muchas cecinas. Estaban preparados
para lucha marina. Doña cuaresma solicitó ayuda a Dios para derrotar al
pecador. Envío entonces a los buenos y sanos peces del mar, que es la comida
recomendable para esa época. Atacaron a Don Carnal las sardinas y otras
especies marinas, que casi llevan a la muerte al bellaco, Doña Cuaresma mandó a
encerrarlo con la cecina y el tocino. Lo mandaron a confesar, dándole dieta
para todos los días de la semana como penitencia para poder absolverlo,
quedando Don Carnal flaco y lloroso. En el miércoles de ceniza logra huir de la
iglesia y se introduce en el barrio judío para regresar al pecado. Ya recuperado,
manda cartas a doña cuaresma para insultarla y así termina la historia de estos
dos enemigos.
En seguida narra los acontecimientos que sucedieron
cuando Don Amor es recibido por los clérigos con mucha música, y cada uno
exponía sus razones para que él fuera sus hogares a recibir posada, pero al
final decidió que pondría un
pequeño campamento para poder atender a
todo mundo y empiezan a describirse los meses con algunas metáforas para
relacionarlo con el vino.
Regresando a la
historia de amor que le sucede al arcipreste, su vieja, la trotaconventos, le
aconseja que se relacione con una monja, y pensó entonces en Doña Garoza una
viuda de buena vida, le dijo que aprovechando su situación seria fácil
conquistarla. Ella entonces podría darle buena respuesta para solucionar su
problema de amor. Al día siguiente fue a ver a la monja, la encontró oyendo
misa y entrada en sus rezos, ambas empezaron a platicar contándose mutuamente
historias para sostener lo que pensaban. Al final Doña Garoza le desea suerte y
le pide que le describa al arcipreste, pero con la verdad. La alcahueta le
describió que como era su enamorado, y entonces le reclamó tiempo para pensar
lo que haría. Muy alegre por los resultados obtenidos la vieja fue con el
arcipreste, le rogó que le llevara una carta. Regreso al día siguiente para
convencerla de que se casara con su pretendiente. Mas tarde algo trágico
sucede, la trataconventos muere y el arcipreste llora por la muerte de su
vieja, diciéndole que siendo la muerte debería morir, que solo tiene al cuervo
de amigo, porque come de ella, dice que la muerte no distingue riquezas y no se
apiada de nadie, la maldice diciéndole que acaba con el cuerpo humano, hasta
menciona que si mato al mismo que la creo entonces no tiene miedo de nadie.
Al final el arcipreste encuentra consuelo en las mujeres
pequeñas, que al ser pequeñas contienen poco mal en su cuerpo. Termina dando a
entender que su libro debe ser prestado, no vendido, para enseñar el gran
leccionario que es El Libro Del Buen Amor. Y agradece a dios y la virgen por
los frutos de su obra.
COMENTARIO: de los mejores libros que he leído, contiene
una serie de reflexiones y frases que exaltan el contenido ideológico del libro.
Es divertido y entretenido a pesar de que es muy antiguo, su lenguaje es
elegante y parece una canción.
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