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Juan Rulfo |
La
serie de diecisiete cuentos titulada “El Llano en Llamas” es una obra del
jalisciense Juan Rulfo, cada uno fue publicado individualmente en publicaciones
periodísticas, y finalmente reunidas en 1945. Se dicen que son el preámbulo del
clásico literario “Pedro Páramo”, contiene títulos interesantes que refieren a
la vida de los pueblos mexicanos posrevolucionarios, sus problemas y su
fatalismo. Su manera de enfrentar su realidad para poder sobrevivir.
El
primer cuento se llama NOS HAN DADO LA TIERRA, es una narración acerca de un grupo de personas que reclaman
por haber recibido El Llano Grande, un lugar tan seco que apenas cae una gota
de agua la chupa la tierra sedienta. Ellos quisieran las que están cerca del
río, que si son fértiles, pero los agentes del gobierno dicen que agradezcan el
terreno de tierra tan grande que les tocó.
La
CUESTA DE LAS COMADRES es un interesante historia contada por el ayudante de
dos hermanos, que son maleantes que roban ganado al pueblo vecino de este lugar
que el cuida: la cuesta de las comadres, que es un lugar donde siempre hay
destrucción por los aguaceros que caen, así que la gente prefiere vivir en el
pueblo de Zapotlán. En la trama se dice que los hermanos ya murieron. Él se
resigna, y decide abandonar este lugar y
bajar al pueblo. Pero sorpresivamente al final de la historia el narrador
confiesa que mató a Remigio Torrico, cuando éste llegó borracho a reclamarle la
muerte de su hermano Odilón, mientras él cosía un costal, apenas iluminado con
los rayos de la luna. Lo culpa por su fallecimiento, y dice que la prueba que
tiene es un zarape que compró en el pueblo con el dinero del difunto, el
narrador le dice que lo había adquirido con el dinero que gano al vender unos
chivos, y por eso remendaba el costal, porque ahí había metido al pequeño para
poder cargarlo y llevarlo al pueblo. No le creyó y fue por un machete para
matarlo y en acto de defensa tomo la aguja con que cosía y se la enterró a Remigio
en el ombligo, ya moribundo le dijo que
presencio cuando los Alcareces lo habían matado, por una riña en el bar del
pueblo. Y él no lo había matado. Lo remató volviéndole a enterrar la aguja en
corazón para que dejara de moverse.
ES
QUE SOMOS MUY POBRES relata la historia que sufre una familia al enterarse que
la vaca de la niña Tacha, la mas pequeña, había sido arrastrada por el rio, el
padre se la había regalado en su cumpleaños para que tuviera un capital y no
fuera una cualquiera como sus hermanas, que se fueron para ganarse la vida
vendiéndose para poder dejar la pobreza. Buscaron también a un pequeño becerro
que acompañaba a la desaparecida vaca, al final de la historia el padre tiembla
al no poder encontrar a los bovinos y ver la cara mojada por el agua del rio y
el movimiento de sus pechitos profetizando así su fatal destino como el de sus
hermanas.
El
cuento de TALPA cuenta una tradición arraigada de los pueblos mexicanos: la
peregrinación, pero con una trágica y fatal anécdota. En una clara conspiración
Natalia y su cuñado habían planeado llevar a Tanilo a ver a la Virgen de Talpa.
Él deseaba ser curado por la virgen de Talpa, estaba lacerado por una
enfermedad producida por las llagas que quemaban su cuerpo, y aprovechando este
deseo organizaron una peregrinación. Ellos sabían que Tanilo en su estado ya no
lo soportaría y moriría, dejando a su hermano y su mujer vivir su apasionada
relación. Partieron, pero en el camino quiso regresar, pero ellos insistieron
que faltaba poco y no valía la pena. Tardaron demasiado ya que había veces que
lo tenían que cargar, al llegar al templo pudo recibir la bendición, pero fue
demasiado tarde. Afuera intentó unirse a
un grupo que hacia una danza en honor a la patrona, pero fue sacado a rastras
porque ya estaba muy grave, al entrar a oír misa, él se quedo quieto sentado
junto Natalia y ahí murió. Lo tuvieron que enterrar en un pozo para que ya no
apestara ni derramara el putrefacto líquido de sus llagas, al volver a su
pueblo Natalia parecía estar arrepentida y desolada por la muerte de su marido.
MACARIO
cuenta la historia de una persona con problemas de discapacidad, al parecer,
estaba afuera matando las ranas que no dejaban dormir a su madrina y empezó a
narrar lo que sentía. Lo mucho que quería a Felipa, la doméstica, que en las
noches daba consuelo al pobre muchacho dándole se su leche mientras le hacia
cosquillas, desde el punto de vista inocente del narrador. Lo mucho que
apreciaba a su madrina que lo recogió. Lo mucho que odiaba el infierno, las
cucarachas y los alacranes. Salir a la calle, no entendía porque la gente lo
apedreaba y que no comprendía los
regaños de su madrina al golpease la cabeza contra el suelo, por qué lo tenia
que amarrar durante la misa. Y lo mucho que ama las flores de obelisco, porque
sabían como la leche de Felipa.
¡DILES
QUE NO ME MATEN!, es un relato sorpresivo y lleno de un aire de desesperación y
miedo. El narrador se encuentra atado a un árbol, ya que será juzgado por haber
matado a un fulano hace más de treinta años. Le pide a su hijo que lo ayude,
que pida clemencia a los oficiales, ya que no vale la pena matar a un viejo tan
viejo. Rememora que siempre vivió atormentado con el hecho de que algún día lo
capturarían, ya no tenia nada, le quitaron su casa y su mujer lo abandono, él
pensó que ese era suficiente castigo por haber matado a Guadalupe Terreros. Lo
mató al negarse dejar pastar a los animales de su victimario Juvencio Nava, se
la vivía tirando le la cerca y el difunto levantándola. Al final se entera que
el que lo va a juzgar es un sargento, hijo del que mató.
LUBINA
es un mágico relato, narrado a un nuevo maestro que llegar a este pueblo por el
maestro que lo deja, le dice como el viento de este lugar acontece hechos que
lo atemorizaron siempre, estaba feliz por dejar ese lugar y le pidió que le diera
la su cerveza si no se la iba a tomar, porque realmente la necesitaba. Los
habitantes siempre llenos de misterio formaban un ambiente tétrico y desolador.
PASO
DEL NORTE es la anécdota de un habitante rural que sueña con irse a trabajar al
norte, le pide a su padre que cuide a su mujer y a sus hijos, reclama que es lo
mínimo que puede hacer después de la miserable infancia que le dio, nunca le
enseño el oficio de la pirotecnia, porque algún día seria su competencia, y ahora
se mantenía vendiendo marranos, pero ya no tenia nada de trabajo y necesitaba
el dinero para sobrevivir, el padre le dijo que él no era el culpable, él se
fue demasiado pequeño y con una mujer que no valía la pena. Quería irse para
tener dinero, como otro que también lo hizo y se compró un fonógrafo y ahora cobraba
cinco centavos la canción. Prometió que
pagaría hasta el último centavo que gastara en su familia y con intereses, lo
logra convencer y él se marcha para el norte. Ahí encuentra la desgracia, una
ráfaga de tiros casi lo mata cuando cruzaban el rio rumbo a Texas, logró
escapar e intentó salvar a un compañero pero éste ya había fallecido. Encontró
a alguien que le dijo que se regresara, que le pagarían su pasaje, pero que ya
no lo quería ver aquí de nuevo. De regreso encontró que su padre había vendido
su casa para mantener a sus hijos y que su esposa ya se había escapado con un
arriero, y le pidió a su padre que le explicara que camino agarraron para
buscarlos.
En
NO OYES LADRAR A LOS PERROS hombre intenta salvar de la muerte de su hijo,
llevándolo sobre su espalda a un pueblo que cuenta con médico. Estaba herido
porque era un delincuente, en un atraco le lastimaron, y ahora su propio padre
le desconocía, que solo lo hacia por su madre, para que no sufriera. Le pedía a
cada momento que le dijera si oía a los perros para ver si se acercaban al
pueblo, y el estando arriba podría hacerlo por su mejor posición. Entraron a un
punto de desesperación porque él quería bajarse y tomar agua, pero le pidió que
aguantar porque si lo bajaba ya no lo podría subir y se moriría en ese lugar.
Al final logra estremecerlo con sus palabras y él derrama sus lágrimas sobre el
cabello de su padre, al final logran llegar al pueblo que buscaba con tanta
insistencia con el ladrido de los perros
ANACLETO
MORALES es una historia verdaderamente
ingeniosa y divertida, unas mujeres van en busca de un hombre clave para poder
beatificar al supuesto “Santo Niño”. Cuando lo encuentran, lo encuentran con
los pantalones abajo, pues se escondía de estas viejas locas de quienes siempre
huía. Le decían que tenia que regresar al pueblo para dar fe de lo santo que era Anacleto Morales, su
suegro. Pero este se niega al decir que en realidad era un santero que engañaba
a la gente con trucos de magia, y así parecía ser un santo, le dijeron que era
un ateo malagradecido, que todo lo que tenía se lo debía al santo niño, el
comento que lo único que le dio fue a la loca de su hija, que gasto demasiado
dinero. Y así algunas se fueron retirando por los comentarios del hombre. Otras
siguieron insistiendo, pero este cada vez argumentaba cosas peores que
provocaban hasta vomito a estas piadosas. Al final una de ellas se queda con él
y la convence de hacer otras cosas, sin saber que afuera de esa casa estaba
enterrado el santo niño, que el día que desapareció y se convirtió en santo llegó a ese lugar para reclamarle dinero a su
yerno, pero este solo le expresó que le devolvería a la enferma de su hija,
pero Anacleto Morales exigió todo el dinero que tuviera o que vendiera sus pertenecías
para poder irse de ese lugar, sin saber que nunca podría salir de ahí.
Intentaron hacer otras cosas esta mujer con el cuñado del santo niño pero le indicó
que no podría jamás igualarlo en la cama.
COMENTARIO:
gran maestro de la literatura mexicana, Juan Rulfo expone en este libro temas
interesantes y relevantes que pueden revelar la realidad de México. Cada
situación narrada expresa el problema de alguna comunidad con toda la calidad
artística del autor. Vale la pena volver a leer el libro porque sus historias
nos llaman hacerlo. Nos invitan a ser parte de ellas para poder entenderlas y
vivirlas.
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¿Y la tierra? |
Definitivamente muy buen escrito para describir la obra.
ResponderEliminarHola:
ResponderEliminarMe pareció muy buena la publicación, estaba buscando precisamente material de El Llano en llamas y me encontré con la imagen ¿Y la tierra? y me cautivó, espero que no te moleste compartirla, con el respectivo crédito. SALUDOS.
Yo también tengo un blog con mi nombre, si gustas puedes entrar y dejarme un comentario. GRACIAS.